Elaborado por
Eladio Contreras Reyes
Economista
Otra pregunta es ¿La sociedad dominicana está ya preparada o compelida a asumir a un “recién llegado”, a un “fuera del sistema” o a un “desconocido” que pueda enrumbar los destinos de quienes están perdiendo la fé en los políticos y partidos tradicionales?
En las recién pasadas elecciones presidenciales y congresuales del pasado 19 de mayo, el nivel de participación fue de alrededor de 54% y el de abstención de 46%, el más elevado en la historia de la República Dominicana.
En términos generales, hay dos grandes interpretaciones por la que la gente no acude a las votaciones, teniendo el derecho de hacerlo.
La primera es que la política tiene su propia dinámica, la población, en sentido general, piensa que las cosas van relativamente bien, no hay temores ni miedos y, como consecuencia, no hay por qué ir a votar. Según diversos estudios de opinión política y sobre los principales temas que preocupaban a los dominicanos en los dos últimos años, más del 60% de la población dominicana entendía que su situación económica estaba igual o peor que antes del año 2020, al igual que decían que los niveles de seguridad se habían deteriorado, entre otros hallazgos y conclusiones.
La otra interpretación es menos optimista. Cuando los ciudadanos no acuden a votar es porque no esperan mucho de la política, no creen en los políticos y entienden que acudir a las urnas no cambia nada, porque los políticos, una vez llegan a las posiciones hacen lo que quieren sin ningún tipo de consecuencia.
Pienso que lo sucedió el pasado 19 de mayo va más orientado por esa línea.
Me quedo con esta segunda visión. La abstención es tan elevada porque la sociedad no cree en los políticos, en los partidos y en la política en general. Tiene la sensación de que votar no repercute en sus intereses, en sus ideas o en su concepto de la vida pública.
Lo anterior tiene un trasfondo que debe mover al análisis y/o preocupación de las élites en la República Dominicana, porque lo que está también diciendo es que hay una crisis de confianza en los actores del sistema político. Entonces, bajo esas circunstancias es que la gente empieza a buscar fuera de los partidos políticos, y a veces aparecen unos "mesías" con discursos encantadores que convencen a las masas inconformes y se dan los golpes de la historia. No se debe tentar a la suerte.
Esos llamados "mesías" son individuos que no han tenido pasado ni presente en la política dominicana, pero son capaces de venderle un futuro prometedor a la masa avida de promesas, aunque no se las puedan cumplir, y cuando logran ganar...ahí comienzan los problemas...
La confianza en los políticos no se hace por mandatos ni decretos. Debe partir de un proceso de construcción social donde los políticos aprendan a valorar la opinión de los ciudadanos, pero comenzando con respetar y valorar la opinión y aspiraciones de los ciudadanos que militan es sus organizaciones partidarias. Por ahí es que se debe comenzar.
El autor es economista, con altos
estudios en administración financiera, formulación y evaluación de políticas
públicas, planes, programas y proyectos de desarrollo agropecuario, rural,
industrial y pymes. En su historial en el sector público se establece que fue
Viceministro Administrativo y Financiero del Ministerio de Agricultura y
también Asesor del Ministerio de Agricultura de Políticas Públicas
Agropecuarias.
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