Elaborado por:
Eladio Contreras Reyes
Economista
En lo que va del año 2023, en la República
Dominicana se han publicado varias encuestas sobre la intención del voto para
las elecciones del año 2024, en las versiones municipal, congresual y
presidencial. Algunas son de las denominadas “serias”, otras son de
gabinete o escritorios, a la clara “no serias”.
Una de las fases más complejas para la
realización de una encuesta, es la selección de la muestra y
de los cuestionarios a procesar para ir conformando el resultado final
del estudio.
Cuando las firmas encuestadoras, en su
ficha técnica indican que se encuestaron 1,200 personas, necesariamente no
implica que solamente se entrevistaron a esas 1,200 personas. Es muy probable
que se haya entrevistado a 1,300 personas, y cuando se le aplican “controles
de calidad”, se excluyan 100 cuestionarios, porque, a juicio de los
analistas, “no son representativos de la población general a la que se
quiere investigar”.
Esa parte es muy importante, en el sentido
de que, dependiendo de la capacidad, habilidad y de la buena fé,
de los que toman las decisiones de la selección de los cuestionarios que serían
considerados para procesamiento y ser parte de las conclusiones finales, los
resultados finales del estudio serán en mayor, menor o ninguna medida,
representativos del verdadero sentir de la población estudiada.
En tal sentido, en la selección de la
muestra, entre otras consideraciones, se deben tomar en cuenta los siguientes
aspectos:
· Selección aleatoria, probabilística y al
azar
· Debidamente estratificada en los aspectos de sexo,
socioeconómico, ubicación geográfica, tamaño poblacional, edad, entre otros.
Lo anterior
significa que, si en una población general, por ejemplo, la composición por
sexo es 51% mujeres y 49% hombres, en los resultados procesados y considerados
para el estudio final, no se consideren 60% de hombres y 40% de mujeres.
Por
igual, si en una población, los ingresos promedios de los empleados es que el
80% perciben ingresos de hasta 50,000 pesos al mes, en los en los resultados
procesados y considerados para el estudio final, si se consideran en más de un
20% empleados con ingresos superiores a los 50,000 pesos al mes, los resultados
finalmente no serían representativos de la población general.
Lo
mismo sucede en la proporción urbana y rural, tamaño poblacional, entre otros.
Si la proporción actual es que, el 17% de la población vive en la zona rural y
el 83% vive en la zona urbana, no deben aplicarse y procesarse los
cuestionarios cambiando esa proporción, es decir, entrevistando un 17% en la
zona urbana y el 83% en la zona rural.
Los
llamados controles de calidad se aplican para determinar la calidad y
representatividad de la muestra con relación a la población general a estudiar.
Hay
algunas preguntas claves para determinar la confiabilidad de los cuestionarios
seleccionados.
La
primera de ellas es saber si el entrevistado votó o no en las elecciones del
año 2020.
Una
segunda pregunta importante es saber por qué candidato votó. Esa pregunta es
clave porque, si en las elecciones del 2020, la votación final fue como sigue,
por ejemplo:
· Candidato A:
53%
· Candidato B:
38%
· Candidato C:
9%
Si
para la actual contienda electoral se hacen estudios, en la fase de depuración
de los cuestionarios, independientemente de cuál sea la intención del voto para
el año 2024, los encuestados que debieran ser procesados son los que hayan
tenido, en mayor o menor medida, ese perfil de votación en las
elecciones del año 2020.
Si
en la selección de los cuestionarios a procesar, se verifica que el 72% de los
encuestados votó por el candidato A, el 18% por el candidato B% y el 10% por el
candidato C, el candidato A se vería favorecido por una sobre
representación, que actuaría en perjuicio de los otros dos candidatos, B y C.
Es
decir, con solamente seleccionar una muestra sesgada, aun sin falsear los datos
captados o capturados por los encuestadores, los resultados no serían realmente
representativos de la población general.
Un aspecto que hay que dejar suficientemente claro es que, los votos se cuentan...no se pesan...
Lo bueno o malo del asunto es que febrero y mayo del año 2024 están "cerquitica", y pronto sabremos quién decía la verdad…y quién la mentira…pronto veremos cuáles son serias y cuáles no…
El
autor es economista, con altos estudios en administración financiera,
formulación y evaluación de políticas públicas, planes, programas y proyectos
de desarrollo agropecuario, rural, industrial y pymes. En su historial en el
sector público se establece que fue Viceministro Administrativo y Financiero
del Ministerio de Agricultura y también Asesor del Ministerio de Agricultura de
Políticas Públicas Agropecuarias.
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